El dulce perfume de octubre.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Vivir en el campo puede ser considerado monótono o aburrido por los que prefieren la ciudad. Pero algunas ciudades italianas debido talvés a su configuración , a su pasado rico de una historia que se refleja en su arquitectura  y que sus gobernantes desean conservar , las convierten en ciudades díficiles para vivir.  No tienes plaza de aparcamiento, sufres ruidos y humos, algunos edificios por su antiguedad no tienen ascensor, es díficil llegar con el coche hasta tu propia casa, etc etc.  Por eso mucha gente opta por vivir en la "campagna". Y aunque ésto también tiene algunas
desventajas te ofrece la posibilidad de apreciar  en cada cambio de estación la belleza de la transformación, el aire puro, el silencio, aprendes de la tierra, respetas su generosidad, hay una relación ancestral con ella con el viento, con la lluvia y con todo lo que en la ciudad ya no percibes porque yace bajo el cemento.

A finales de octubre ya se puede comenzar a recoger los membrillos (melocotogna) y preparar mermeladas, dulce o simplemente hervirlos con un poco de azúcar y limón. Este era el árbol en primavera;
Melocotogno
Y este es el mismo árbol en septiembre;

Y en octubre;
Melocotogno

Melocotogno
Cuando se prepara la mermelada de membrillo o se cuece el fruto, un dulce perfume invade la casa, un perfume que trae recuerdos de la infancia.
Marmellata di melocotogne.
Un proverbio toscano dice; "Dal frutto si conosce l'albero" (De la fruta se reconoce el árbol).

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